Uno de los problemas que tenemos cuando nos ponemos en marcha a transformar nuestro físico o llevamos un tiempo es que no sabemos si estamos haciendo las cosas bien, si nuestro progreso es el adecuado, si nos hemos impuesto unos objetivos irrealistas y todo esto puede conllevar una desmotivación tan grande que nos haga abandonar ese sueño de tener el cuerpo que siempre hemos querido.