Por qué los Culturistas de los 90 hacían las cosas bien sin saber por qué

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Por qué los Culturistas de los 90 hacían las cosas bien sin saber por qué

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En este Programa hablo sobre:

  1. ¿Se estaba mejor en la ignorancia de los 90?
  2. ¿Ha habido avances en la nutrición y entrenamiento?
  3. Por qué los competidores de ahora tienen más músculo que en los 80.
  4. Sistemas de entreno y alimentación engañosos para vender
  5. Qué es un VagoInfluence
  6. Las 2 claves para llegar a tu límite genético
  7. Si quieres que sea tu entrenador: antonioyuste.com/ayudame/

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Estoy totalmente convencido que vivíamos mejor en la ignorancia o al menos parcialmente en los años 90 y antes que ahora, al menos, en lo que a entrenamiento se refiere.

Sí que ha habido avances en la nutrición, en la suplementación la verdad que importa poco lo que tomes que hace bastante poco y la farmacología aparte de la incorporación del uso de hormona de crecimiento e insulina que es lo que ha dado competidores de 20kg más de músculo poco se ha avanzado.

En cuanto al entrenamiento pienso que tanta información procedente de los vagoinfluence ha hecho mucho daño.

No paran de poner estudios que si se puede compensar más volumen con menos intensidad, que si la frecuencia, que es mejor dejar 3 repeticiones antes de llegar al fallo porque luego se pierde rendimiento y al final se progresa más si haces más series con menos intensidad y es lo óptimo, tantos vídeos de ejercicios con máquinas y olvidar las barras y mancuernas y así podríamos seguir, pero entiendo que ya has captado la idea.

Se me viene a la cabeza una imagen en la que le pregunta Franco Columbu, el compañero de entreno de Arnold a Arnold: “Arnold, ¿tú qué preentreno tomas? Y le dice Arnold, “huevos, tengo huevos coño”.

Con el entrenamiento ha pasado exactamente eso. Se ha pasado de echarle huevos con perdón y entrenar duro a una panda de vagos y flojos que no quieren sufrir en el gimnasio y conseguir las máximas ganancias con el mínimo esfuerzo y aunque hay que buscar los caminos más rectos y más cortos, hay veces que el camino no tiene más remedio como en este caso, ser por un suelo lleno de espinas y largo.

Antes, en los 90 y antes de eso, se entraba Weider, por grupos musculares y sobre todo frecuencia 1, un músculo cada 7 días, o quizás en algunos músculos retrasados se metían 2 sesiones semanales.

Se hacían los ejercicios libres con barras y mancuernas y las máquinas eran algo que conformaban no más de un 20% del entrenamiento, si acaso una prensa, unas extensiones para acabar o calentar, unas aperturas en máquina, algún jalón y poco más.

Todo se basaba en trabajo pesado y libre.

Ahí ibas calentando algunas series y luego en cada serie lo dabas todo, no te dejabas nada en recámara, no te quedabas a 3 repeticiones del fallo porque perdías rendimiento, no periodizabas, cada entreno, cada serie, cada semana dabas el 100%.

Y ojo, que lo ideal es si eres un avanzado hacer una descarga cada varias semanas cuando eres capaz de mover mucho peso y tu nivel de reclutamiento es muy alto a nivel de fibras musculares, pero sino, el hacer descargas es en la mayoría de los casos, tirar una semana para vagear.

Ahí los músculos te dolían una semana y no eras capaz de entrenar por mucho que quisieras a los 3 días. No apuntaban nada en ningún sitio, no había móviles, ni utilizaban libretas, sin embargo, todos sabían en su cabeza qué peso habían movido la semana anterior y qué peso deberían superar esa semana.

Ya en los 90 se iban introduciendo las grasas saludables, pero muchos de ellos, hacían dietas de hidratos y proteínas únicamente y a pesar de no ser lo mejor para ganar músculo ni salud, aún así, a pesar de eso progresaban, porque comían lo suficiente para ello.

Y entrenaban y comían bien todo el año, año tras año. Nada de: “voy a hacer un parón en verano”, “ahora no entreno duro porque no estoy utilizando fármacos”…se entrenaba duro todos los días del año.

Como era normal, no quedaba otra que ponerse fuerte sí o sí.

Hoy en día es raro ver a alguien entrenando duro en un gimnasio. Puede que en un press de banca a lo mejor veas a algunos chavales entrenando al fallo o unas sentadillas, y por suerte, está poniéndose de moda el powerlifting que está recuperando la esencia y espíritu de entrenador duro, y por eso, te ves chavales jóvenes de nuevo con buenos cuádriceps y pechos, aunque con bracitos muy delgaditos y hombros e isquios por no tirar accesorios, pero es un buen paso para volver a lo que se debe hacer, que es entrenar duro y cada semana intentar progresar.

Está claro que con la ayuda de un profesional el ajuste de todas estas variables se progresará más y más rápido, pero esa es la esencia que debe estar presente en todo programa de entrenamiento.

En los 90 y antes, no se concebía a todo el que quería ponerse fuerte y en forma no llevar cada serie al límite y no hacer dieta.

No había tanta importancia ni obsesión con los suplementos, de hecho, generaban desconfianza y la mayoría no se fiaban de tomar una proteína en batido en lugar de comida real. Nada de tomar un millón de suplementos, comida, vitaminas del grupo B, C y E y poco más.

Con sólo comida y entrenando duro la gente se ponía fuerte de verdad porque se centraban en lo que generaba el 90% de los resultados.

En mi opinión y experiencia, esta década se han dado pasos atrás enormes en que se está haciendo todo lo posible de alejarse del trabajo duro y de la importancia de la alimentación y sí a cosas que no la tienen como los suplementos y sistemas de entreno para vagear.

Y la realidad es que la mayoría de practicantes de gimnasio tienen mucho menos músculo y fuerza que en los 90 en su conjunto y es precisamente porque toda esa información y marketing para vender el que se pueden hacer las cosas más fáciles y sin sufrir vende y mucho, incluso aunque quien te lo dice tenga un cuello de pollo y un brazo por debajo de los 45 centímetros. Está claro que no todo buen profesional tiene que ser un armario, pero cuando dice que lo pone en práctica y tiene un físico que apenas parece que lleve un año en el gimnasio, está claro que el cuento no es creíble, pero aún así, siguen cayendo como moscas haciendo sistemas de entreno lights de bajas intensidad y alto volumen y con un millón de suplementos y comiendo como pajaritos.

Los que tuvimos la suerte de vivir los 90 en el gimnasio pudimos aprender las bases de lo que realmente importaba para tener un buen físico. Por desgracia, los que empiezan ahora no se van a creer por mucho que le digas que se olviden de tanto engaño y tantas complicaciones y que sólo traten de empujar la barra con más peso cada semana comiendo luego una buen salmón con arroz.

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7 Errores que cometen las mujeres cuando quieren ponerse en forma

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