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[smart_track_player url=”http://traffic.libsyn.com/masqueenforma/Programa83.mp3″ title=”Por qué la Gente usa mal los Probióticos” color=”#C9A381″ social=”true” social_twitter=”true” social_facebook=”true” social_gplus=”true” ]
En este programa hablo sobre:
- Qué es lo que la Publicidad dice de los Probióticos
- Diferencias de Pre y Probióticos
- Qué es la Microbiota y para qué sirve
- ¿Todos los Probióticos son iguales?
- Cuándo necesitamos un Probiótico
- Cómo Elegir el Probiótico que necesitamos y no tiremos el dinero
- Cómo Debemos Alimentarnos para no Necesitar más un Probiótico
Muy buenas a todos los que os ha generado curiosidad al menos el título del programa y queréis profundizar de una vez por todas y tener claro qué es esto de los pro y prebióticos, si tienen sentido para ti y cuándo porque se han escrito muchos artículos y vídeos, incluso ya catalogados como superalimentos y fármacos para estar saludables utilizando la palabra probiótico, también flora intestinal, hablan de intestino, rendimiento, ya que al mejorar la asimilación de alimentos mejorará el rendimiento y adaptaciones, y salud y todo el mundo se pone a comprar como locos este tipo de alimentos y fármacos, pero como siempre, muchas veces sin analizarse primero.
Estos probióticos en principio según has escuchado y leído, te prometen mejorar tu salud, evitar enfermedades y patologías e incluso curar muchas de ellas, incluso hasta para tratar el autismo ya que es necesaria para sintetizar neurotransmisores y vitaminas dependientes directamente de nuestra función cognitiva cerebral y como te dicen eso mucha gente lo compra.
Pero esto es como si no sabes si tu coche está roto o que tu crees que el coche puede funcionar mejor o para que te dure más, en un caso más urgente porque el coche no te anda y en lugar de llevarlo a un mecánico y que te arregle después de un diagnóstico de lo que tiene y te arregle específicamente lo que tiene, le dices que te cambie todas las piezas del coche.
¿Suena un poco incoherente no?
Pues con los probióticos pasa muchas veces lo mismo.
En nuestro sistema digestivo, en todo él, pero en mayor medida en los intestinos, conviven miles de bacterias que forman un grupo complejo llamado microbiota intestinal.
Estas bacterias que conforman la flora intestinal tienen dos funciones fundamentales: ayudar en la digestión de los alimentos y evitar enfermedades para que patógenos no pasen a la sangre protegiéndonos el intestino de ello al adherirse a la mucosa intestinal y evitando esta permeabilidad intestinal. Pues los probióticos no son más que miles de estas bacterias suministradas en forma de suplemento y los prebióticos a través de alimentos fermentados naturales de los que te comentaré más adelante.
Si nuestra microbiota gracias a una buena alimentación es saludable, variada y funciona correctamente no necesitamos ningún probiótico ni prebiótico, por lo que suplementarnos con uno no te va a producir ningún beneficio. Entonces el suplementarse con un probiótico como suplemento por salud de por vida no le veo ningún sentido, más que a la empresa que lo fabrique para quitarte una parte de tu sueldo.
Ya que si tienes una buena microbiota, las fibras de tu alimentación las bacterias las digieren y transforman en ácidos grasos que nutren las células de la pared intestinal, como el butirato, con propiedades antiinflamatorias, para mantener la salud de los enterocitos.
Sin embargo, al tener una mala microbiota no se producen suficientes ácidos grasos y las fibras se quedan en un estado de gas que además de hinchazón y dolor sino, agrede la pared intestinal, donde se reciben muchas agresiones y los enterocitos van a dejar pasar demasiado material dañino a la sangre y además una activación excesiva del sistema inmune.
Una mala alimentación, el estrés, por lactosa, gluten, infecciones vaginales como cándidas, heliobacterpílori y sus tratamientos con antibióticos, corticoides o quimioterapia puede verse afectada y en estos escenarios pueden ayudar a restablecerla ya que mejora la población de estas bacterias beneficiosas y promueven su desarrollo.
Entonces, ¿cuándo lo usamos? Sólo cuando tengamos una patología puede, a lo mejor, dependiendo de la patología y si el origen es una mala microbiota, puede tener sentido su uso, pero si tú asimilas bien los alimentos, tus digestiones son buenas no vas a notar una mejoría, sólo una pérdida de dinero.
Sin embargo, para nosotros los que hacemos deporte que llevamos en principio una vida sana y no solemos tener patologías puede venir originado en determinadas épocas del año por haber tomado antibióticos, tabaco, contaminación, mucho estrés y ansiedad en nuestra vida, el tener continuamente, sobre todo en época que subes calorías para añadir músculo flatulencias, notas que tienes la comida en la garganta y te toca hacer la siguiente comida, fibromialgia, colon irritable e hinchazón estomacal.
Un probiótico nos puede ayudar en estos casos, el problema es que sino se trata y elimina el origen de ello va a reproducirse: sino eliminamos el estrés que nos lo provoca, los alimentos que no digerimos bien que somos intolerantes, el uso de antibióticos continuados de nuevo…se reproducirá, así que si queremos estar sanos, no podemos parchear una mala alimentación y un estrés emocional continuo con un probiótico, esto te tiene que quedar claro.
Pongamos ahora que tenemos uno de estos síntomas y queremos darle solución. ¿Cuál sería la estrategia que te recomiendo?
Lo que hace la mayoría de la gente es coger un probiótico genérico y tomárselo. Esto si tenemos una microbiota muy dañada, sino es el caso a la mayoría de personas suele funcionar, pero es matar moscas a cañonazos, pueden alimentar bacterias malas y el sistema inmunitario reaccione muy mal por lo que para evitar esta posibilidad de perjuicio en muchas ocasiones lo mejor es intentar eliminar primero estas bacterias malas.
Para reducir esta flora disfuncional para sembrar bacterias más benéficas y cultivarlas para que se multipliquen hay que reducir el azúcar, alcohol y azúcar extremadamente rápida, una semana puede ser suficiente. También ciertas verduras, frutas, cereales que son altos en azúcar fermentables suelen ser perjudiciales y deben eliminarse en esta semana de adecuación con una dieta baja en fodmap. Esta dieta en el que ciertas bacterias que los consumen pueden producir mucho gas funciona muy bien para el colón irritable también, así que profundiza en ello si es tu caso. Quizás te choque eliminar ciertos alimentos catalogados como saludables como alcachofas, espárragos, manzanas y otros, pero es sólo una semana y piensa que algo es saludable o no si tu organismo es capaz de digerirlo y si en ese momento no lo es, es perjudicial para ti. No te preocupes que una vez que tengas una microbiota diversa y saludable normalmente vas a poder comer la mayoría de ellos.
Tras esta semana puedes elegir un probiótico como suplemento o utilizar un prebiótico basado en alimentos naturales fermentados.
En caso de ir a por un prebiótico, empieza con chucrut, porque el kéfir y yogures contienen más levadura y nuestra microbiota necesita bacterias en mayor medida al tener más bacterias que levadura y el chucrut tiene en mayor medida lactobacilus plantarum. Lo importante es que no esté conservado en vinagre ni esté pasteurizado, si puedes hacerlo de forma casera mejor, para que no se pierdan estas propiedades prebióticas.
En caso de utilizar un prebiótico ya hemos visto que no todos los probióticos sirven para lo mismo: si tienes hinchazón y mala absorción de nutrientes y te compras uno que ayuda en alergias respiratorias no te va a servir de nada, por lo que lo más importante es que mires las cepas que tratan tu patología y que la incluyan en al menos 1x 10 a la 9 colonias o 10.000 millones de bacterias, esta es la cantidad con la que se hacen los estudios para traspasar la barrera del estómago y llegar al intestino delgado y colon que es donde más se necesita.
Utilizarlo en la cantidad recomendada, en ayunas al estar más receptivo el cuerpo por sus niveles de Ph y a los 30 minutos una comida o bebida con algo de grasa que se ha demostrado que es cómo llegan mejor al intestino.
Además, tienen que estar vivos, así que asegúrate de ello, sino, no te servirá de nada y muchos de ellos requieren cadena de frío, así que no la rompas y consérvalo según las indicaciones.
Una vez que empieces con él, la descripción que utilizamos todos es que empiezas a notar que hay movimiento en tu sistema digestivo, nada desagradable, así que si notas eso a los pocos días es que todo va bien, y cuando no sienta nada y estás utilizando la dosis recomendada tienes que cambiar a otro. Si reaccionas mal, diarreas, vómitos…es una mala reacción y no un proceso curativo, así que déjalo.
Pasadas unas 3-4 semanas, puedes ir reintroduciendo alimentos altos en fodmap. Lo ideal para que no te vuelva a ocurrir es reducir el estrés al mínimo, dejar de consumir diariamente Alimentos procesados con baja densidad nutricional y hacer nuestra dieta lo más variada posible para que nuestra micriobiota también lo sean y hacer que las bacterias de nuestra micriobiota se multipliquen y no desaparezcan, basándonos en incluir alimentos con fibra fermentable como almidon resistente, peptinas, glucanos y la mayoría de vegetales ir variándolos.
Recuerda que hasta que no hagas este último paso de una alimentación saludable y variada reduciendo estrés, tabaco, contaminación, antibióticos…puede volver a ocurrir.
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