¿Por qué no eres capaz de hacer dieta?

Hacer dieta

Cuando una persona no es capaz de seguir un plan de alimentación saludable (la palabra dieta es un término que no me gusta personalmente ya que en la sociedad tiene connotaciones de restricciones de calorías y nutrientes asociados a unos fuertes niveles de estrés metabólico y hormonales) se debe a diversos factores.

Estos factores dan como resultado que se abandone a los pocos días o semana o incluso que no se llegue a seguir ni un solo día el plan y nunca se consiga la transformación física, de rendimiento o mejora de salud que se desea.

¿Quieres saber cuáles son las causas? ¿Quieres saber por qué no eres capaz si es tu caso? Y mejor aún, ¿cómo ponerle solución?

 

  1. Planes de alimentación demasiado restrictivos a personas adictas al azúcar

    Aquí la culpa es del nutricionista o dietista (no olvides que un entrenador personal sin titulación en dietética o nutrición, y no te hablo de un curso de unas semanas o meses, te hablo de titulación oficial, no puede prescribir planes de alimentación. Ni está cualificado para ello y además es un delito, así que comprueba que tu entrenador dispone de dicha titulación oficial, que por desgracia, el 95% de los entrenadores que prescriben planes de alimentación no están legalmente habilitados para ello).

    Una persona que lleva años tomando dosis ingentes de azúcar, con muchos carbohidratos no se les puede quitar de la noche a la mañana, porque tienen dependencia de ella (un encefalograma muestra el mismo tipo de respuesta que el de un drogadicto) y es que el azúcar provoca una respuesta adictiva al actuar sobre los niveles de serotonina, la hormona de la felicidad, creando un sistema de recompensa y felicidad al ingerir azúcar que luego vuelven estos niveles de supresión, cayendo en un círculo del que nunca se sale, necesitando azúcar para volver a sentirse bien temporalmente.

    ¿Cómo solucionamos esto?

    “Reduciendo poco a poco las cantidades de azúcar y dando sustitutivos más saludables: fruta, una onza de cacao al 90%…”

    Lo que no hay que hacer nunca es a este tipo de perfiles ponerle dietas cetogénicas u otras dietas muy restrictivas, primero porque no lo van a aguantar y luego porque se crean cuerpos cetónicos perjudiciales para el organismo. Hay planes de alimentación menos estresantes, sin ser tan depresores hormonalmente y saludables como dietas lowcarb.

    Este tipo de perfiles es fácilmente reconocibles porque todos te dicen: “el cuerpo me pide dulce”. Y cuando ves el plan de alimentación, ves que es equilibrado, que aporta todos los hidratos de carbono necesarios y su cuerpo realmente no lo necesita, le preguntas: ¿y por qué dulce y no fruta si lleva azúcar? ¿es una necesidad selectiva en cuanto al alimento? ¿te has preguntado si el cuerpo cuando entra en tu torrente sanguíneo sabe diferenciar si estás ingiriendo una fruta o un dulce si al final se transforman en glucosa?

    ¿Qué es lo que está pasando realmente?

    Esta persona cada vez que tiene un problema, cada vez que tiene un día duro de trabajo, ha acostumbrado a su cerebro a recompensarlo con una dosis concentrada de azúcar en forma de dulce, no es una necesidad física: no lo necesitas, ya tienes todos tus niveles energéticos cubiertos para tu actividad. Es un problema de nutrición emocional, donde utilizas ese alimento en concreto para afrontar los problemas, estrés y ansiedad.

    Adicionalmente a reducir las dosis de azúcar poco a poco, está el intentar reducir el estrés y la ansiedad cuando ocurra. Realmente, la respuesta de ansiedad en el cerebro es de 90 segundos. ¿Pero qué pasa?

    Te pongo un ejemplo: tienes una bronca con tu jefe en el que critica tu trabajo y no sólo estás 90 segundos pensando en ello, sino cuando vas a por el café, cuando llegas a casa y se lo cuentas a tu pareja, cuando reescribes el trabajo que te ha hecho repetir, cuando se lo entregas, cuando vuelves al día siguiente a la oficina.

Has transformado 90 segundos a 48 horas de estrés y ansiedad continuo que afecta a tu cuerpo y cerebro. ¿Cómo lo suprimes temporalmente? Recuerda esta palabra: TEMPORALMENTE.

Yendo al frigorífico y recompensándote con un dulce por tu día duro en el que no te mereces esa crítica de tu jefe que hace que estés como un témpano todo el día y noche. A los 30 minutos vuelve de nuevo esta ansiedad cuando tus niveles de serotonina han bajado tras pasarse el efecto del azúcar y necesitar más.

Una buena técnica es contar durante 2 minutos e intentar no pensar más en ello. Dirás: ¡como si fuera tan fácil! No lo es, al principio te costará, pero tienes que practicar para quitar a tu cuerpo ese estrés y ansiedad y en cómo gestionas los problemas. Cuando lo hagas, esa dependencia de dulce irá desapareciendo.

 

  1. Presión social

    “Es que el otro día quedé con los amigos que nos fuimos a una casa rural y tuve que comer de todo”, “fuimos a cenar y había cosas en la mesa y no pude resistirme o decir que no”….

    Estas son las excusas, sí, siento si te molesta que utilice esta palabra para echar la culpa a los demás cuando no somos capaces de seguir un plan de alimentación.

    Está claro que una comida en semana o un día libre entero hay que darle al cliente (si no es un cliente que sea un deportista de competición y esté en etapa competitiva) para que pueda socializar y disfrutar (esto debe aportarte mayor felicidad a tu vida y no restarte), e incluso le viene bien al cuerpo porque se carga de glucógeno y suben los niveles de testosterona, pero si tu vida social es muy frecuente donde casi todos los días quedas con alguien y vais de bares, restaurantes, etc…está claro que no puedes comer comidas y bebidas calóricas todos los días.

    Nadie te dice que no vayas a un restaurante y te quedes en casa o que te lleves la fiambrera (si eres una persona que no se dedica a esto competitivamente) pero puedes comer bien en un restaurante, o no puedes pedir que te hagan una tortilla a la francesa, un pescado, una pechuga de pollo..aunque no esté en la carta.

    El problema es que TÚ ELIGES no hacerlo o si los demás te insisten en comer algo TÚ ELIGES comer eso. Recuerda que el único quien decide qué comer eres tú y no los demás.

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  3. Viajes

    Tengo clientes que son directores de multinacionales que la mayoría del año recorren todo el mundo y viven más en hoteles que en su casa y reuniones durante horas. Nosotros creamos planes de alimentación con opciones para restaurantes, cuando están en una reunión, cuando están en los aviones…

    Eso no es problema, pero requiere algo de planificación y llevarte algún batido o alguna fiambrera por tu parte. Pero si por comodidad no te apetece hacerlo, no eches la culpa a la situación: ¡tú eliges no hacerlo porque se puede!.

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  5. No tenía nada en la nevera de la dieta y tuve que saltármela

    Esta es de todas, el motivo más fácil de ponerle solución: una compra quincenal o semanal. Si tú el día anterior abres la nevera y sabes que no vas a tener nada, ¿por qué no vas a la compra antes de quedarte sin stock? Y no hay ¿nada saludable en la nevera que tuviste que comer algo calórico y grasiento? Siempre que me dicen eso suele coincidir que se han comido una pizza. Y les pregunto: ¿no había ni 3 huevos para hacerte una tortilla a la francesa? Y el caso es que sí había, pero se aprovechó como excusa para comer una pizza.

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  7. Me voy de vacaciones, tengo mucho trabajo, he tenido un hijo…

    A todos mis clientes les OBLIGO, sí, les obligo :), a no entrenar ni hacer dieta una semana. Eso les ayuda a que su sistema nervioso descanse, a recuperar sus articulaciones, mente y vengan con las pilas cargadas.

    El problema está cuando te dicen: “voy a estar de vacaciones 2 semanas, entonces Julio y Agosto me lo voy a tomar con tranquilidad y luego en Septiembre seguimos”.

    Por desgracia, esta situación es muy común y me entristece enormemente porque así no se pueden conseguir los objetivos y mucho menos mantenerlos.

    Este tipo de perfil, ante cualquier situación que conlleve ocuparle algo más de tiempo o salida de su rutina: carga de trabajo, tener un hijo, vacaciones, una lesión…abandonará un tiempo.

    Vamos a comparar los dos perfiles, los que pase lo que pase intentan seguir avanzando y no se rinden, que son unos luchadores. Amo este perfil y los admiro profundamente y de hecho, intento asegurarme que este es el perfil para trabajar con él/ella, sino, directamente le digo que tengo mi cupo de clientes lleno.

    Este primer perfil cuando hay vacaciones disfrutan de las vacaciones una o dos semanas, saltándose la dieta de vez en cuando, disfrutando pero luego en una o dos semanas dispuesto a continuar mejorando. Los que si se lesionan un brazo son capaces de seguir entrenando el tren inferior o si no pueden entrenar seguir haciendo el plan de alimentación y así con cualquier contratiempo donde buscamos cómo adaptarnos a dichas circunstancias con mi ayuda. Este perfil no sólo conseguirá siempre sus objetivos porque pase lo que pase seguirá mejorando y no habrá parones y si los hay, se mantendrá en la mejor forma posible.

    El otro tipo de perfil es el que nunca conseguirá sus objetivos, si eres uno de ellos hasta que no cambies tu mentalidad no lo vas a conseguir, siento si te duele esto que te estoy diciendo pero lo hago por tu bien, para que no malgastes tu tiempo y tu dinero en cualquier mejora que va a ser sólo temporal y luego volverás a donde estabas o peor aún.

    Este perfil es el que aprovecha unas vacaciones para tirarse todo el verano sin entrenar, el que cuando tiene un pico de trabajo no sólo deja de entrenar sino también la dieta (si no puedes entrenar razón de más para seguir el plan de alimentación para estar en la mejor forma posible), el que cuando hay una lesión igualmente se deja totalmente…

    ¿Qué resultados se pueden esperar de una persona que entrena la mitad del año y sigue el plan de alimentación y la otra mitad no? Lo que va a ocurrir es que va a utilizar ese medio año para recuperar la forma y cuando pueda empezar a progresar lo dejará y volverá al estado actual en un círculo vicioso durante años. Este tipo de personas vive imaginando su progreso y rápida recuperación cuando vuelva pero no ve que hay un problema de actitud que en el camino lo abandonará tantas veces que siempre estará en la salida aunque lleve varios años en el camino.

 

¿Has caído alguna vez o te encuentras en alguna de estas situaciones? Si es así, ya sabes cómo solucionarlo y cuál es el camino del éxito para conseguir tus objetivos. Por lo que toma acción y vamos a mejorar día a día con la actitud correcta.

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