Me da vergüenza ir al Gimnasio

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Me da vergüenza ir al Gimnasio

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En este Programa hablo sobre:

  1. Se van a reír de mí
  2. No me siento cómodo con gente que no tiene mi perfil
  3. Muchos de los cachas tienen traumas como tú
  4. El 1% de los estúpid@s de gimnasio
  5. Nunca se olvidan de dónde vienen
  6. Los tíos me babean cuando hago sentadillas o glúteos
  7. Si quieres que sea tu entrenador: antonioyuste.com/ayudame/

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El sentido común debería hacernos desechar ese pensamiento y esa vergüenza. Si el gimnasio es un sitio para ir a ponerse en forma, se supone que va a haber gente que no esté en forma de nuestro mismo perfil.

El problema es que la gente no piensa en que va a haber gente con el mismo perfil que tú, piensa en los típicos cachas del gimnasio que crees que van a reírse de ti por no estar en forma y que, como dicen muchos, ¿qué hacen aquí? ¿cómo pueden tener esa mala forma física? ¿cómo han maltratado a su cuerpo todos esos años para estar así?

Eso es lo que muchas personas que les da miedo apuntarse al gimnasio piensan que se les va a pasar por la cabeza a los demás.

 

Yo en mis 25 años que llevo entrenando y pasado por decenas de gimnasios y conocido a miles de usuarios de gimnasio nunca he escuchado jamás un comentario de un cachas criticando a alguien que se apunta al gimnasio aunque le sobren 40 kilos.

 

Sí que es cierto que puede haber un pequeño porcentaje de estúpidos y estúpidas superficiales que se creen por encima de los demás por tener un buen físico.

Este tipo de personas simplemente no va a hablarte ni siquiera fijarse en ti, ni hacer comentarios porque ellos se consideran mejores que tú. Simplemente van a ir a su bola y sólo van a hablar con gente en forma.

Increíblemente, existen algunas personas así. Son pocas, pero te las puedes encontrar. Este es normalmente el peor perfil que te puedes encontrar, en el que simplemente van a pasar de ti y no se van a hacer tus amigos porque no eres de su club.

Pero el otro 99%, o incluso 100%, porque a lo mejor no te encuentras este perfil en tu gimnasio, o están igual que tú poniéndose en forma, o aunque estén en forma y super cachas son personas con valores que jamás van a criticar a alguien que quiere mejorar.

 

¿Quién sería el estúpido o estúpida que criticaría a alguien que hace un esfuerzo para mejorar su salud y su físico? Alguien tan estúpido que no merece la pena ni que te salude.

 

Hay algo que mucha gente no sabe: muchas de las personas que están super cachas, tanto ellos como ellas, con físicos que tu ves que te impresionan y te gustan, son personas que cuando eran niños o incluso de adultos han estado o están acomplejados, que eran impopulares, que tienen carencias y que quieren suplirlas o sentirse mejor con un buen físico.

Ese super cachas lo que no sabes, que cuando tenía 14 años a lo mejor sufría bullying en el colegio y se metió en el gimnasio para hacer amigos o que dejaran de meterse con él.

Y muchas de ellas porque se sentían solas, porque han tenido una mala relación familiar o inexistente, o muchas otras carencias.

La gente que normalmente viene de tener carencias, a cualquier nivel, suele tratar bien y valorar a quien ve que está pasando o donde estaba, donde estaban ellos en el pasado, incluso los intentan ayudar.

Yo era el típico empollón que sacaba todo sobresalientes menos gimnasia, que estaba en el cuadro de honor, delegado de la clase, malo en los deportes, el único deporte que ganaba y se me daba bien era el ajedrez y me apunté con 13 años al gimnasio para que me dejaran de hacer bullying e intentar tener amigos y ser popular.

Cuando llega el típico chico adolescente friki al gimnasio o una chica que le sobran 40kg, lo último que se nos pasa por la cabeza es pensar que “hay que ver qué pintas”, “o que yo soy mejor que ellos”, “o que hay que ver que yo antes era así de patético”.

No, normalmente, este tipo de personas, cuando se encuentran a alguien así quieren ayudarle con las herramientas que has aprendido estos años para que puedan ser más felices, porque te ves reflejado en ellos, y es una segunda oportunidad para que no sufran lo que tú sufriste y puedan salir antes de donde están.

No suele haber el típico envidioso que diga: “yo lo tuve que aprender solo, tardé años, búscate la vida”.

 

Solemos recordad de dónde venimos y valorar dónde estamos intentando ayudar a los demás.

 

Los gimnasios suelen ser una gran familia donde se van haciendo amigos y pasando buenos ratos y no se suele estar pensando quién está en mejor o peor forma.

Lo de los piques y las críticas de los físicos y comparativas a no ser que tengas 15 años, ya siendo adultos no suelen producirse, sino al revés, cuando mejoras, te lo suelen decir.

Cuando yo veo a alguien que le sobra 40kg y veo que a las semanas ha perdido 10, aunque no la conozca de nada, me acerco a felicitarle y decirle que está haciendo un gran trabajo y que siga así.

Hay gente envidiosa que cuando te ve mejorar no te lo dice y lo dice a tus espaldas a otros, pero nunca me he encontrado un caso en el que alguien se acerque a decirte que no es suficiente, que podrías haber mejorado más.

Puede estar el típico sabiondo que se acerque a hacer de profesor diciéndote lo que deberías hacer para mejorar más, pero esa gente lo hace porque realmente cree que te ayuda, aunque no sea así.

También, puedes encontrarte en la situación, que peses 10kg por encima de la altura de músculo, de repente tengas que dejar de entrenar, por lo que sea, y pierdas 15kg de músculo y te dé pánico volver al gimnasio porque la gente ahí sí que te va a decir: “qué te ha pasado”, “cómo te has quedado”, lo dirán a tus espaldas también. Eso es normal e inevitable e incluso si has estado muy en forma se alegrarán porque ahora se verán por encima tuya.

Pero en lugar de irte a otro gimnasio o entrenar en casa hasta que te recuperes, hazlo al revés, utilízalo como motivación para recuperarte antes. Como hacía Arnold, que tenía unos malos gemelos y lo que hizo fue cortar todos sus pantalones para que todo el mundo criticara sus gemelos y así los entrenara más duramente y fueran su mejor grupo muscular.

 

Y por último, sí que hay un perfil que es entendible que no le guste ir al gimnasio y son muchas chicas, estén en forma o no, cuando hacen sobre todo ejercicios de piernas.

Cuando tienen que hacer unas sentadillas, un peso muerto, glúteos…en el que los glúteos sobre todo quedan expuestos a la vista de todo el gimnasio, las mujeres se sienten incómoda, porque ven cómo los hombres les clavan la mirada.

Siendo totalmente normal que vayan buscando las salas de spinning o salas vacías donde coger sus mancuernas o barras y hacer prácticamente todo el entreno allí, porque es muy difícil que con hombres presentes en el gimnasio, no le claven la mirada, aunque sea un rápido vistazo reflejo, se den cuenta y se sientan incómodas.

 

Yo lo veo cada día más en los gimnasios. Esto suele pasar con las chicas que están muy en forma sobre todo, que se van a entrar a estas salas vacías.

 

Si es tu caso aquí de poca ayuda te voy a ser porque no tengo ninguna solución, que o te sobrepongas a los que te miren y te dé igual o sigas en la sala.

Para todos los demás, recuerda que nadie nace pesando 100kg de músculo con un 8% de grasa corporal. Que aunque tengan buenos físicos no significa que no tengan otras carencias ni sus historias, que nadie suele criticar a quien intenta mejorar su físico y su salud y que muchos más de los que tú crees que ves en los gimnasios tienen más en común contigo de lo que crees.

Si interiorizas esto y los ves así, lo más seguro que cuando lleves unos meses en el gimnasio, hayas hecho grandes amistades y te animen a continuar y feliciten por tus mejoras.

 

 

Programa anterior de Más que en Forma:

Mínima dosis de ejercicio efectiva

 

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