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En este programa hablo sobre:
- Los dos perfiles de las personas que se saltan la dieta
- ¿Por qué se saltan la dieta?
- ¿Qué puede hacer realmente el MindFulness por nosotros pero que muchos hablan y pocos saben?
- Ejercicios prácticos para no saltarnos más la dieta
Este jueves 15 de Noviembre a las 19:30h hora española voy a impartir una Clase directo online totalmente gratuita para ayudar a todo profesional del fitness y la salud a que consiga ganar más dinero con su negocio donde explicaré cómo tiene que crear sus servicios, cómo conseguir clientes de forma automática todos los meses de forma totalmente práctica con ejemplos reales de mis servicios, campañas y resultados de estos años.
Así que si para tener la vida que quieres te gustaría trabajar menos horas y quieres ganar al menos 5000€ al mes, te dejo debajo el enlace para reservar tu plaza, ya que sólo voy a permitir que asistan 50 personas, ya que va a haber una ronda de preguntas al final para que me podáis comentar y ayudaros con vuestro caso personal y un regalo muy especial que os ayudará enormemente con vuestros negocios a todos los asistentes.
Y bueno, entrando en materia, básicamente tenemos dos perfiles de personas que quieren mejorar su físico: los que son capaces de seguir la dieta y prácticamente todo lo que le echen encima, los spartanos, y los que no.
Nos vamos a centrar en este último grupo. Dentro de este grupo hay personas que nunca han sido capaces de seguir la dieta y los que a lo mejor han estado meses o años haciendo bien la dieta y de repente no son capaces.
Aquí pueden entrar en juegos muchos porqués: desde el más grave y más difícil de cambiar, el de la persona que ha estado años comiendo comida basura y con hambre hedónica, o sea, relacionando el calmar un sentimiento negativo con la recompensa de una comida hiperpaliativa entrando en el círculo de la mala relación con la comida y una dependencia del azúcar por esa falsa sensación de felicidad temporal que luego caen los niveles de serotonina, la hormona de la felicidad, bajo mínimos y entramos en estado de depresión hasta que volvemos a ingerir comida basura nuevamente.
Los otros menos graves es que esa persona esté pasando por una situación de estrés y te dice esa semana: “no he podido hacer la dieta porque he tenido mucho curro”.
Cuando un cliente me dice eso, cómo uno se habla y se permite hablarse a sí mismo, los mensajes que se transmiten son muy potentes y hacen mucho.
En realidad, sí que ha podido hacer esa persona la dieta, por mucho trabajo que tuviera, siempre ha tenido opción de comer algo sano, incluso aunque no hubiera tenido tiempo de cocinar. O cuando te dicen: “no he podido hacer dieta porque he estado de viaje o vacaciones”. En casi cualquier restaurante vas a poder pedir algo sano.
¿Qué mensaje te estás mandando a ti, y a tu mente?
Te estás primero quitando la responsabilidad de tus actos y echarle la culpa a una situación externa de la que estás intentando convencerte que no podías hacer nada.
Aquí hay muchos entrenadores que les dicen: no pasa nada, esta semana hazlo mejor, y ponen la mano para cobrar otro mes más.
Cuando, un buen entrenador o dietista, bajo mi opinión personal, tiene que ser un buen coach también y tener mínimo conocimientos y nociones de mindfullness, o por lo menos, trabajar conjuntamente con uno. Que al final todo esto no es más que utilizar el lenguaje adecuado a transmitirte en ciertas situaciones, para hacerte responsable de tus actos, y el cambiar este comportamiento con la conducta consciente y eligiendo hacerlo. Al final todo se resume en eso.
Hay mucha gente hablando de esto, pero sólo se transmite el concepto y luego al final son copias y pegas de este concepto de gente que ni lo ha estudiado a fondo ni lo pone en práctica con los clientes con ejercicios prácticos ni en las sesiones, pero queda muy bonito hacer un artículo sobre ello o poner que dan servicio sobre ello.
Entonces, para todas estas personas que no sois capaces de hacer la dieta en algún momento o que no hayáis sido capaces nunca. Vamos a hacer dos ejercicios prácticos para que veáis su utilidad y lo poderoso que es cambiar nuestra conducta con los mensajes que nos transmitimos adecuadamente de forma repetitiva y dejéis de escucharlo y que nadie os diga cómo aplicarlo.
El primero es como hemos hablado de responsabilizarnos de lo que hacemos nosotros, y no echar culpa a situaciones externas. Aquí todos los que estamos no somos unos cobardes, somos unos luchadores y estamos dispuestos a responsabilizarnos y tomar el timón para conseguir nuestros objetivos.
Cuando nos saltamos la dieta porque hemos ido con amigos por ahí de restaurantes, viajes, hemos tenido una semana de estrés en el trabajo, o la que más gracia me hace: “estaba bajo de azúcar y mi cuerpo me pedía dulce” cuando te lo dice una persona que está todo el día sentada y su única actividad son 30 minutos de ejercicio de pesas de baja intensidad a nivel principiante con una dieta de 200 gr. de carbohidratos al día.
Hasta que no nos responsabilizamos de nuestros actos no empezaremos a conseguir resultados, porque realmente, y quédate con esto, le estamos mandando a nuestro cerebro el permiso para saltarnos la dieta una y otra vez y no sentirnos culpable por ello al no ser nosotros los responsables, es algo externo.
Y esto viene mucho antes que se pusiera de moda el mindfullness. En el exitoso libro de tus zonas erróneas de Dyer, ya lo decía muy claramente en el capítulo de la responsabilidad.
Tu entrenador, o tú mismo, tienes que decirte: “me he saltado la dieta porque ha sido mi elección el hacerlo porque he preferido comer cualquier cosa al no haber tenido la fuerza de voluntad y predisposición ese día y momento en concreto”.
Si tu entrenador o tú mismo no te dices eso, te estás dando permiso para volver a hacerlo, lo harás, y no responsabilizarte tú mismo.
Y claro, es que es mucho más duro escuchar y más reconocerlo tú, que la culpa es tuya y de nadie más, que has fracasado al menos esa vez, y sin excusas, es difícil decirse eso. Puede que a lo mejor incluso te sientas mal al principio, pero es el único camino para hacer bien la dieta.
Este ejercicio debes repetirlo cada vez que te saltes la dieta, decirte esas palabras en voz alta e interiorizarlo. Sin excusas.
Esto es una vez ya que te has saltado la dieta.
Hay otro ejercicio que puede y debes hacer que es comer conscientemente.
Cuando te vayas a saltar la dieta, párate, y piensa si realmente es hambre real o hambre hedónica, la que comes por gula, por darte un placer para recompensarte y quitarte la carga de esos sentimientos negativos.
Analízalo. Si es hambre real o no antes de dar un bocado. Sólo te llevará 2 minutos. Ponte que lo piensas, que sabes que no es hambre real porque has comido hace poco, porque no tienes hambre realmente, pero te apetece, no puedes contenerte y pecas.
Ahora dices, bua, ya no puedo hacer nada. Para nada, ahora es cuando viene el trabajo. Ahora es cuando tienes que pensar pasadas unas horas:
¿ha solucionado el problema que tenía el comer eso que he comido sin hambre real? El problema sigue ahí, no ha desaparecido.
¿me siento culpable al haberme saltado la dieta? Normalmente te sentirás culpable por haber fallado y saltarte la dieta. Por lo tanto, esta acción me genera luego estar de peor ánimo que sin hacerla.
¿me aleja esto de mis objetivos? Ahora es momento de pensar que la dieta la haces para verte mejor físicamente o por salud y lo que esto te va a reportar que te está quitando el haberte saltado la dieta: céntrate en lo que te va a aportar el conseguirlo, no hablo del resultado final de tener 15 kg menos o verte con más músculo, sino por lo que haces eso, por lo que te va a aportar de cómo te vas a sentir y lo que vas a cambiar tú en tu vida y de los que estáis alrededor. Si sigues haciendo eso, ¿seguirás sin poder jugar con tus hijos? ¿seguirás sin querer ir a la playa? ¿o probarte ropa o no comprarte la ropa que te gusta porque no te queda bien? ¿o seguirás cansado sin energía? Todas estas cosas de por qué lo haces es lo que tienes que repetirte que dejarás de ganar y conseguir si lo vuelves a hacer.
Una vez no servirá de nada porque ya está hecho, pero si repites este proceso, este ejercicio mental y además lo pones por escrito, tienes que ponerlo por escrito, no basta con sólo pensarlo, es mucho más potente y le llegará a tu cerebro mucho más si lo escribes y luego lo lees, en unas 5, 10 ó incluso 15 veces tu mente asociará ya esta acción como perjudicial para ti y cuando te saltes la dieta será únicamente porque tú has decidido hacerlo conscientemente, sin sentirte mal por ello y porque tu entrenador y tú, o tú mismo si vas por libre, tengas tu salto programado de dieta que no interfiera con conseguir tus objetivos.
Así que, lo que te recomiendo es que cojas todas las preguntas que te he hecho durante el programa, las escribas en un papel y lo utilices como plantilla a rellenar cada vez que ocurra un salto de dieta. Te aseguro que si estos dos ejercicios los haces unas cuantas veces, cada vez te saltarás menos la dieta hasta volver o convertirte por primera vez en una persona que controla la comida y no la comida te controla a ti y conseguirás todo lo que te propongas, incluyendo ese cambio físico y de salud que buscas.
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